¿COMO FUNCIONA?

En el rostro pueden existir dos tipos de arrugas: estáticas (formadas por tejidos laxos) o dinámicas (formadas por movimientos repetitivos como sonreír o fruncir el ceño). Los neuromoduladores o “inyecciones antiarrugas” funcionan bloqueando temporalmente la comunicación entre las células nerviosas, evitando que los músculos faciales se contraigan. A medida que los músculos se relajan, la piel adquiere un aspecto más suave y juvenil.

Cuando estas sustancias se inyectan en los músculos específicos debajo de la piel, crean un debilitamiento temporal de la contracción muscular. Los neuromoduladores son muy seguros porque la sustancia no afecta directamente a los nervios ni a los músculos. En cambio, funciona bloqueando los impulsos nerviosos del cerebro relajando la actividad muscular.  

Las líneas de expresión y las arrugas, causadas por el envejecimiento y los factores ambientales, alisan y suavizan, dando al rostro un aspecto rejuvenecido y renovado. Ambas sustancias son ideales para tratar los labios, la frente, el contorno de los ojos, el mentón y los grandes músculos masticadores (músculo masetero). Pero también tienen usos más terapéuticos, como la mejora de los dolores de cabeza por tensión y migraña, el bruxismo (rechinamiento de las mandíbulas), la hiperhidrosis (sudoración excesiva), la asimetría facial y el rechinar de dientes.